Nuestras vidas pueden marcarse tan profundamente de distintas formas, ya sea por momentos, experiencias, aventuras, angustias, charlas, pérdidas, locuras y una serie de piezas que pueden resultar totalmente imborrables. Todo tiene un principio y un fin. Nada dura para siempre, fue lo primero que aprendí, cuando tomé conocimiento y lo puse en marcha. Es difícil aceptarlo al comienzo pero después te das cuenta que así son las cosas. Ya estamos marcados, estamos destinados. Nosotros mismos tenemos un final que tarde un temprano llega. Es vida. Somos seres humanos. Es por eso que si tengo la necesidad de realizar y cumplir metas y sueños que se me planten en frente mío. Lo voy a hacer. De alguna u otra forma, pero se van a cumplir. Quizás algunas cosas no me salgan como las suponía, pero al menos voy a sentir la satisfacción del intento. Todavía no tengo ni la menor idea de lo que llegue a pasar. Tengo que esperar. Aprendí a esperar, claro que si, el tiempo me llevo a comprender que la vida se basa en este mismo. Y si por otra parte todo resulta positivo, tal cual lo esperaba. Bien por mí, un sueño cumplido. Voy a ir por otro, porque se que quedan muchos por cumplir y mas aún por… descubrir.
A.R