Me gustaría tener la oportunidad de conocer personas que tengan mis mismas aspiraciones, ideas y pensamientos. Alguien paralelo. Se que esa clase de gente existe, tengo esperanzas, lo sé.
Hay días en que me siento rodeado de mucha gente. Gente que no conozco y no me conocen, a pesar de convivir la mayor parte de mi vida con ellos, pero me siento alguien diferente, como aguja en un pajar, el color verde entre los azules. La zapatilla sin el par. Así me siento. Solo. Tal cual.
Tengo muchos prejuicios e inquietudes. Ya ni siquiera se que sentir. ¿Toqué límites? Espero que no. ¿Alguien quien me entienda? No creo, al menos acá en este contexto urbano en el que vivo, son pocas las esperanzas, o mejor dicho, nada.
Ojalá pueda hallar a esas personas, que se encuentran dentro de este gran mundo con gente de pequeños espíritus y corazones. Al menos uno, con eso me conformo, y así hablar desmedidamente sobre diversos temas y cosas que realmente me interesan, me importan, me fascinan. Todo lo que admiro y lo que no. Tengo que salvarme de esta blasfemia. Mantenerme de pies, con la mirada fija y atenta a cada costado, para no mancharme de malas influencias. No quiero llegar a acostumbrarme a convivir con esto, no quiero pensar que todo lo que hacen o digan es totalmente normal. No lo tengo en mente. ¿Así es el mundo?. La respuesta la dejo en el aire. Aire impuro, pesado. Abundado de todo lo malo puede llegar a ver de la escala del uno al diez. ¿Resultado? Cero a la izquierda. Espero que el tiempo este de mi lado. Mientras tanto sigo esperando.
Tengo esperanzas, lo sé.
A.R