viernes, 13 de mayo de 2011


La vida nos ofrece oportunidades, algunas cruzan frente a nuestros ojos sin darnos cuenta pero también algunas veces lo sabemos y no la queremos tomar. La incredulidad propia hace que no entremos en razón, y lo dejemos así nomas, “total en la vida se nos pueden presentar muchas mas”. Pero todo esto nos puede jugar en contra, porque  no siempre es así, hay un tiempo para todo, y ciertas ocasiones en las que quizás solamente aparezcan una sola vez, no soy nadie para afirmarlo, pero las cosas suelen pasar así, y por el cual como consecuencia, llega el arrepentimiento, nos sentimos totalmente escasos e impotentes como era de esperar. Ojalá esté equivocado acerca de todo esto, y que  pudiera ver con claridad todas las oportunidades que se me presenten, sin derrocharlas, antes de que sea demasiado tarde. Es todo o nada.
                                                                               A.R

sábado, 7 de mayo de 2011

Sábado por la mañana


Sábado por la mañana, me levanto después de un largo y denso sueño, variados en  si. Hace algo de frio así que siento la necesidad de taparme, incluso los pies. Me fijo en la hora, 10:51, no es ni muy temprano, ni tarde, normal para mi gusto. Siento como mi cuerpo vuelve a retomar energía luego de una dura semana de colegio, trabajos, juntadas, entre otras cosas.Me asomo a la ventana, y no hay nada interesante ni fuera de lo común, solo veo las casas de al frente, el jardín neutro, los autos que pasan debes en cuando y después, nada mas.                                          
Al parecer la radio esta encendida, como era de esperar, ya que siempre hay ruidos en mi casa, solo puedo escuchar silencio cuando estoy completamente solo, me gusta mucho la tranquilidad, me cautiva. 
Desde mi cama veo y observo los alrededores de mi habitación, cuatro paredes que me aíslan de absolutamente todo, aquí yo solamente existo. Posters en las paredes, mi escritorio abundado de papeles, libros del colegio, cuadernos y quien sabe que mas cosas habrá. En otra esquina ropa y mas ropa amontonada, los estantes con mi libros de siempre, lo intocable, y por supuesto mi  computadora. 
Siempre suele pasarme todo esto al despertarme los sábados por la mañana, pienso y pienso, sin ningún motivo algún pero lo hago, puedo quedarme acerca de una hora haciéndolo, y quizás mas, sin que nada ni nadie me moleste.
11:15, debo levantarme, sin ninguna obligación, pero creo que lo debo hacer. Tengo que fijarme en las actividades que realizaré durante este dia, la vida me espera. 
                                                                                     A.R