miércoles, 20 de julio de 2011

Otro mundo

Y de pronto me quedo callado, cierro los ojos,  e imagino. Imagino que tomo el tren hacia el más allá de los horizontes, mas allá donde se esconde el sol en un bello atardecer pintado de rojo y naranja, con pinturas acuarelas, formando un gran ocaso. Estoy allí sin rumbos , donde el tiempo  no existe y no importa. Los problemas, angustias, e indignaciones se desvanecen con el  correr del viento en mi rostro. Puedo sentir el olor a aire puro y fresco. No hay nadie mas , solamente yo, con una guitarra color marrón, se tocarla, no se como puedo llegar a hacer esto, pero lo estoy haciendo y no me sorprende, aquí todo puede pasar, a mi gusto y manera. Su melodía me tranquiliza, y me renueva la mente. Estoy en un vagón con un espacio confortable para mí, no me quejo, total solo estoy. Todo es verde a mí alrededor, ya nada parece tener un palido oscuro. Los arboles se visten con flores. Muchas flores, la variedad de colores es impresionante. Amarillo, rojo, violeta, rosa y aun más, es casi como ver un arcoíris.Gotas de agua caen de sus hojas al chicotear con la parte superior del vagón, se asientan sobre mis manos y mi rostro, perece que llovió anteriormente. Siento la humedad y olor a naturaleza pacíficamente solitaria, sin rastros de huellas de ningún hombre que la toque, es totalmente virgen. El tren sigue marchando, desconozco el lugar hacia donde va, pero en fin no me preocupa. El sonido de algunos animales llega a mis oídos, se preparan para pasar una larga y profunda noche, falta poco para que el sol se esconda definitivamente, pero hasta en entonces, sigo contemplándolo al mismo. Me encanta todo lo que hay aquí, todo lo que veo, escucho y siento, es algo único. Quisiera que esta experiencia se repita siempre, se que nunca me cansaré, estoy bastante seguro. Las libélulas vuelan por todos lados, es un grupo grande, unidas entre si, e inseparables, son tan misteriosas, llaman mucho mi atención. Desde lejos también veo pájaros que salen de un gran árbol, vuelan todos en un mismo sentido y se pierden en el ocaso. No tengo calor ni frio, estoy bien, bastante creería.
Me siento libre, suelto y tranquilo. Es una mezcla de todas las emociones a la vez, mi felicidad es completa. El sol se esconde en el horizonte, la noche cae inevitablemente, miles de estrellas aparecen, cada una con un aspecto distinto, ninguna es igual para mi. Y ahí esta la luna también, tan radiante y completa. Decido acostarme sobre el suelo del vagón por un momento, cierro mis ojos, pero al rato me despierto con un molesto ruido, me levanto sobresaltado. Estoy en mi cama de nuevo, ese ruido viene de afuera, del colectivo que pasa siempre por mi calle. Es medianoche. Otra vez en el mundo ordinario de siempre, enciendo la televisión, y aparecen las noticias informando sobre el calentamiento global, tragedias, y percances de gente loca. Todo es un caos, el mundo de hoy en dia lo es. Apago todo, e intento soñar de nuevo, se que allí nada malo puede pasar, solo existo yo, y soy feliz.                                                                                                                                                                                                                    A.R                                         

1 comentario:

  1. Es hermoso esto que escribiste! ojalá pudieramos vivir en lugares así, sin caos sino con una armonía permanente y sensaciónes de paz todos los días.

    Me gustó mucho, sobre todo la frase "Desde lejos también veo pájaros que salen de un gran árbol, vuelan todos en un mismo sentido y se pierden en el ocaso." Es muy linda.

    Un saludo! segui escribiendo..

    Peter//

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