Es difícil aprender a aceptar cosas que nos emprende el destino desde nuestra llegada. Así quiere que acarreáremos nuestra propia vida tal cual lo pide, de una dicha manera. Pero a veces queremos que no sea de esa forma, porque desde diferentes circunstancias es confuso.
Intentamos enfrentar al destino, y perdemos la pelea, nos damos cuenta de que lo que hacemos es inútil, insensato, ineficaz, sin sentido, solo perdemos el tiempo. Por alguna razón tocamos la tierra con los pies, con una misión predicha desde ya hace mucho tiempo.
Tenemos que ir conformando nuestra historia. Tenemos la capacidad, intelecto, y aspiraciones necesarias para formarnos como personas profundas, con la vida en manos. A.R